sábado, 15 de noviembre de 2025

TEORÍA CRÍTICA



Teoría – Práctica

 Partamos por la historia, debido a que esta repercute en la construcción del conocimiento y del saber, de tal manera de ir creando nuevas aproximaciones conceptuales que nos permita entender los procesos educativos. Un ejemplo de esto lo encontramos en la lucha entre los principios y valores de la modernidad, y los defendidos por la postmodernidad. Donde la modernidad se caracteriza por la importancia de la cientificidad, los postulados positivistas de la razón, el capitalismo y sus relaciones desequilibradas de explotación, etc. Por el contrario, la Posmodernidad se entiende como la apertura de caminos, uno la democracia más radical donde se escucha a los más pobres, así como abrir caminos a la imaginación y al diálogo enriquecido.

Ahora bien, debe existir un puente entre la modernidad y la postmodernidad un puente en ambas, con la finalidad de entender la necesidad de rescatar el proyecto de la modernidad para darle una segunda oportunidad en su aplicación. Para ello se establece la Teoría Crítica de la enseñanza expuesta por Carr y Kemmis en 1988.

No obstante, los conceptos de modernidad y los postulados se relacionan en la acción comunicativa propuesta por Habermas (1984): la razón compartida por medio de la comunicación y el consenso; la democracia radical y social, como entiende Carr, (1990), y "la democracia moral" frente a la "democracia de mercado". De allí se parte con la concepción de teoría y práctica expuestas por Carr y Kemmis (1988) en su Teoría Crítica de Enseñanza, el cual retoma las ideas del saber aristotélico, teniendo repercusiones en la educación, influyendo en la definición de un saber educativo basado en la reflexión/acción; donde la educación o el conocimiento educativo pasa por un proceso de reflexión sobre la acción que genera conocimiento teórico, a la vez que permite la mejora de ésta.

La teoría crítica se basa fundamental, en contextualización del proceso educativo como un pilar básico para el desarrollo de la acción y la concepción teórica, así como también en una visión basada en la experiencia acumulada a través de la tradición de los prácticos que reflexionan y transmiten su concepción educativa. Además, parte de la acción comunicativa en la educación como diálogo generado por la práctica educativa, liberando la mente de los educadores y sus estudiantes, con la finalidad de desarrollar sus valores humanos e inmutables (libertad, fraternidad, igualdad, no violencia, ecología, desarrollo sostenido, etc.)

En sí, Carr y Kemmis (1988), desde el vértice ideológico de la teoría crítica, clasifican o consideran tres posiciones paradigmáticas de acuerdo a la forma en que estos paradigmas conciben la relación entre teoría y práctica:

1) Paradigma Positivista: La teoría orienta a la práctica. Las teorías sociales y en particular las teorías educativas deben ser conformes a las normas y criterios científicos. Las teorías científicas deben ser explicativas y predictivas. Aceptan como ortodoxia al método hipotético-deductivo: la investigación científica consiste en proponer hipótesis, en forma de leyes generales, y su validación resulta del contraste de sus consecuencias teóricas (deductivas) con las observaciones experimentales. Según el paradigma positivista, los objetivos, conceptos y métodos de las ciencias sociales no se diferencian de los de las ciencias naturales.

Por ejemplo, tanto el funcionalismo social como la psicología conductista forman parte de este paradigma, ambas admiten que la finalidad de la investigación educativa consiste, como en las ciencias naturales, en acceder al conocimiento de regularidades que, funcionando como leyes, puedan aplicarse a la práctica educativa con objeto de mejorar la eficacia de la misma. Por último, ambas contemplan a la teoría educativa como una ciencia inmadura, en comparación con la física y la química, y por tanto necesitada de desarrollo y perfeccionamiento (Carr y Kemmis 1988, p. 75).

2) Paradigma Crítico: En este paradigma se considera la unidad dialéctica de lo teórico y lo práctico. La teoría crítica nace como una crítica al positivismo transformado en cientificismo. Es decir, como una crítica a la racionalidad instrumental y técnica preconizada por el positivismo y exigiendo la necesidad de una racionalidad substantiva que incluya los juicios, los valores y los intereses de la humanidad.

Por lo tanto, la teoría crítica es fundamental la relación entre teoría y práctica, porque ella misma surge de la revisión de esta relación, y es por ello que la concepción de la relación teoría-práctica es el criterio que utiliza el paradigma crítico para diferenciar los distintos paradigmas o tradiciones de la investigación. La ciencia social crítica será, pues, aquella que yendo más allá de la crítica aborde la práctica crítica; esto es, una forma de "ilustración" de una acción social transformada. Esto requiere una integración de la teoría y la práctica en momentos reflexivos y prácticos de un proceso dialéctico de reflexión, ilustración y lucha política, llevado a cabo por los grupos con el objetivo de su propia emancipación. (Carr y Kemmis (1988) p.157)

A la luz de este paradigma, la teoría crítica genera las siguientes consideraciones sobre lo que debe ser una teoría educativa: La teoría educativa debe rechazar las nociones positivistas de racionalidad, objetividad y verdad; La teoría educativa debe admitir la necesidad de utilizar las categorías interpretativas de los docentes; La teoría educativa debe ofrecer los medios para distinguir las interpretaciones que están ideológicamente distorsionadas de las que no lo están; y debe proporcionar también alguna orientación acerca de cómo superar los autoentendimientos distorsionados; La teoría educativa debe preocuparse de identificar aquellos aspectos del orden social existente que frustran la persecución de fines racionales, y debe poder ofrecer explicaciones teóricas mediante las cuales los enseñantes vean cómo eliminar o superar tales aspectos; La teoría educativa es práctica, en el sentido de que la cuestión de su consideración educacional va a quedar determinada por la manera en que se relacione con la práctica.(Carr y Kemmis 1988)

La finalidad de la teoría crítica de la enseñanza es la búsqueda de una comprensión más consistente de la teoría y la práctica educativas, considerando al enseñante como investigador dentro de una concepción crítica de la racionalidad en la sociedad.

Pedagogía Crítica

 La pedagogía crítica, es un enfoque derivado de la Teoría Crítica que supera la dicotomía tradicional entre el discurso y la acción, y se concibe entre diversas relaciones y fuerzas transformadoras en contextos democráticos y participativos.

Para, Giroux (1990) valora su visión como algo más que la formulación de un pesimismo crítico, y agrega que este enfoque ha aportado una dimensión nueva a la teoría y práctica educativas, enfatizando que es nueva porque conecta el proceso de lucha con las particularidades de las vidas de la gente, abogando por una fe en el poder de los oprimidos para luchar a favor de su propia liberación. Según Habermas(1984), la teoría de la acción comunicativa es fundamental en la construcción del planteamiento crítico de la educación, en situar al diálogo como elemento sustantivo en todo proceso educativo. Ambas posiciones son propicias a que la educación llegue a crear las situaciones óptimas para generar un diálogo intersubjetivo en condiciones de creciente democracia e igualdad (Ayuste, Flecha, López y Lleras (1994)). Ello implica desde luego el desarrollo de un modelo educativo que entiende el aprendizaje como un proceso de interacción entre los participantes, un proceso que ayude a las personas a reflexionar sobre sus ideas y prejuicios para así poderlos modificar si lo considera preciso; tomando en consideración que estos responden a una experiencia y una historia personal condicionadas por la educación, la familia, el Estado, la cultura y la religión.

La diferencia esencial de la pedagogía crítica con las teorías de la reproducción está en su consideración de que la realidad no es simple producto de las estructuras o sistemas sino también de la acción humana o del mundo de la vida. Marx (citado por Carr y Kemmis 1988. p.169) lo ha señalado claramente en su Eleventh thesis on Feuerbach “los filósofos se han limitado a interpretar el mundo de diferentes maneras; (…) la cuestión estriba en cambiarlo”, Carr y Kemmis (1988) enfatizan que una ciencia educativa crítica tiene el propósito de transformar la educación va encaminada al cambio educacional. Objetivos como el de explicar (característico del planteamiento positivista de la investigación educativa) o el de entender (característico del planteamiento interpretativo) son meros momentos del proceso de transformación antes que finalidades suficientes en sí mismas.

Apple (1986) sigue también la línea y fomenta una actitud acrítica de la educación, que dicho sea de paso se conforma con suponer que existen leyes inmutables de desarrollo económico y político, y que tales leyes no son reformadas por la práctica humana real de los grupos concientes de actores humanos. El mismo autor, cree en la acción y el cambio y defiende que los estudiantes y los docentes son capaces de reinterpretar los mensajes sociales generando situaciones de cambio en las que se producen nuevas relaciones que desembocan en procesos de transformación. Además, McLaren (1997) desde una perspectiva un tanto más radical, considera que la teoría social crítica tiene un alto potencial de acción, mientras ésta se conjugue con un lenguaje de crítica y posibilidad. Ello hará posible que los docentes sean capaces de desvirtuar y cuestionar las discusiones educativas sancionadas oficialmente.

La pedagogía crítica, tiene por lo tanto la misión no sólo de desarrollar un lenguaje de crítica y desmitificación, sino de crear creación un lenguaje de posibilidad que pueda generar prácticas de enseñanza alternativas, capaces de confrontar los esquemas dominantes, tanto dentro como fuera de la escuela. McLaren (1995) entiende que este supuesto demanda la necesidad de recuperar “la idea de una democracia crítica y construir alianzas con los movimientos sociales progresivos” (p.57).

Giroux (1990) enfatiza también el carácter simbiótico de la crítica y la acción, en este sentido arremete contra las reformas educativas, que muestran escasa confianza en la capacidad de los profesores para ejercer el liderazgo intelectual y moral a favor de la formación de las generaciones jóvenes. Giroux (1990) da un voto de confianza al trabajo docente, y sostiene que una manera de repensarlo es la de contemplar a los profesores como intelectuales transformativos, como profesionales reflexivos de la enseñanza o lo que llamaría el docente neo-renacentista, este pensamiento se resume en las siguientes líneas:

“Dentro de este discurso, puede verse más a los profesores como algo más que ejecutores profesionalmente equipados para hacer efectiva cualquiera de las metas que se les señale; más bien deberían contemplarse como y mujeres libres con una especial dedicación a los valores de la inteligencia y el encarecimiento de la capacidad crítica de los jóvenes”. (p.156)

En conclusión, la pedagogía crítica salta las barreras del absolutismo positivista y el conformismo reduccionista de la fenomenología. Su propuesta teórica emerge como alternativa para describir la realidad, y más allá de eso para abordarla de manera cercana y directa con el fin de transformarla, tomando la Teoría Crítica de la Enseñanza como eje primario en su fundamentación. Pero no lo hace de una forma ingenua, por eso desarrolla un cuerpo crítico que se dirige a la censura de las injusticias provocadas por todo tipo de abusos de poder, violencia, racismo, sexismo. En su práctica la pedagogía crítica es capaz de reconocer y potenciar espacios educativos de conflicto, resistencia y creación cultural con lo cual reafirma su confianza en el poder emancipador de la voluntad humana. Si bien se fundamenta en una base teórica- científica y en unas prácticas educativas que funcionan no hay pedagogía crítica sin utopía posible.

 Currículum Crítico

 Fue una novedad introducida por Schwab (1969), como respuesta tal vez a los movimientos de reforma que insistían en los fundamentos del currículo con enfoques técnicos para abordar el mejoramiento de la escuela. Considerando la enseñanza, la educación y el currículum como prácticas significa considerarlas actividades, acciones sociales, que tienen toda la complejidad de éstas, ser históricas, interpersonales, mediadas por el lenguaje, y que incluye múltiples representaciones de los sujetos implicados en las mismas. Donde, la comprensión de lo práctico, se da claramente en comparación con lo concepción de lo técnico, y cuando se intenta describir esta concepción, uno se enfrenta de manera muy clara a las concepciones que tenemos más instaladas cuando hablamos de los hechos educativos.

No obstante, el currículo crítico concibe una relación de causalidad entre dos acciones de naturaleza distinta: la enseñanza y el aprendizaje. La naturaleza de la enseñanza es enseñar, y su consecuencia es la acción de enseñar, esto es lo que puede ser analizado crítica y reflexivamente, ya que ésta es la acción del sujeto profesor. La otra actividad, la de aprender, tiene una relación ontológica con la enseñanza, ya que es parte de la naturaleza del acto de enseñar que haya alguien que aprenda, pero no es su consecuencia, no es una acción posterior y fuera de ella. La concepción práctica considera la realidad educativa como esencialmente fluida, variable, compleja, donde no hay recetas claras, ni relacionamientos simples, sino múltiples decisiones que tomar en el marco de intervenciones razonadas, prudentes, éticas, amparadas en la búsqueda de hacer lo mejor.

Esto nos lleva, a un enfoque práctico de la didáctica que supone compartir un camino de apropiación de un concepto, pero sobre todo de una práctica de la propia didáctica, que implica un recorrido histórico y personal que supone una actitud de compromiso e implicación muy grande del propio sujeto.

Currículo es un proyecto diseñado para una situación educativa. Sirve de orientación para la acción pedagógica. Ilumina la intervención de los agentes educativos porque marca los objetivos hacia donde se quiere llegar. Define los contenidos que se intentan transmitir o que aprendan los alumnos. Propone las estrategias metodológicas y los recursos didácticos con los cuales se pudieran conseguir esos objetivos y conocer los contenidos. Opta por una manera de organizar el espacio y el tiempo de los aprendizajes y de la enseñanza y, por fin, señala criterios de evaluación. Según que se sostenga una u otra fundamentación epistemológica de la enseñanza y de la educación, el currículo puede ser más o menos abierto, incluso cerrado. Puede ser una propuesta provisional y modificable a lo largo del proceso o puede ser un documento monolítico que tiene que ser aceptado obligatoriamente por todos los educadores, funcionarios de un Estado u empleados de un patrón.

El currículo generalmente se emplea para designar todo aquello que se hace en el aula. El término “currículo” ha sido originariamente más empleado en a la educación formal que en la no formal. Pero, actualmente, se emplea el nombre indistintamente tanto en la enseñanza reglada como en la no reglada.

Por ello el significado de currículo crítico, tiene sentido ya que afecta a la sociedad, convirtiéndose así en sociocrítico. En otras palabras, se entiende por currículo crítico aquella propuesta o proyecto que se ofrece a una situación educativa con la intención de contribuir a cambiar las cosas, en este caso la situación social educativa. Cambiar implica pasar de un estado a otro, de una interpretación a otra, de un enfoque a otro, lo cual va a exigir la comprensión y dominio de materias instrumentales, académicas, escolares y vitales.

Es así como, los fundamentos epistemológicos del currículo crítico están en lo que suele entenderse por teoría crítica. En efecto, por teoría crítica se ha entendido desde la Escuela de Frankfurt, aquella revisión del paradigma científico-filosófico imperante en la comunidad de intelectuales de comienzos del siglo XX. Su evolución conceptual ha corrido pareja a la crítica de la modernidad y de la postmodernidad.

Se pudiera decir que:

· El currículo sociocrítico debe de contribuir a eliminar la original desigualdad de la nueva sociedad del conocimiento.

· El currículo sociocrítico debe de tener en cuenta la adquisición de competencias que garanticen la inclusión social.

· El currículo sociocrítico se empeña en formar mentes estructuradas que sepan dar razón de los acontecimientos de la modernidad, al revisarlos críticamente, sistematizarlos, y elaborar constructos creíbles con las piezas fragmentadas que abundan en los medios de comunicación.

· El currículo sociocrítico destaca los valores universales y educa en comportamientos éticos para tomar decisiones.

· El currículo sociocrítico cree y utiliza la pedagogía de la esperanza, opuesta al fatalismo y al catastrofismo.

Conclusión

 El presente escrito solo pretende establecer teóricamente u acercamiento a la Teoría Crítica de la Enseñanza de Carr y Kemmis en 1988. Donde nos llegan a teorizar la importancia de la Teoría va de la mano con la Practica, a través de una investigación-acción colaborativa. Y donde, además, se estableció el nacimiento de la Pedagogía Crítica y el Curriculum Crítico tomando como base la Teoría Critica.

En sí, podemos resumir que los autores Carr y Kemmis (1988) proponen cinco características que la educación debe cumplir para ser crítica:

· Visión dialéctica de la realidad.

· Desarrollo sistémico de las categorías interpretativas de los enseñantes.

· Utilizar la crítica ideológica para superar las interpretaciones distorsionadas.

· Identificar las situaciones sociopolíticas que impiden conseguir los fines racionales de la enseñanza educativa, construyendo teorías que ayuden a superar esas situaciones y

· Crear comunidades autorreflexivas que garanticen la unión de la teoría con la práctica.

Por lo tanto, el Paradigma de la Teoría Crítica; ontológicamente es realista crítica, subjetivista, en el sentido de que los valores son fundamentales para la investigación, bajo una dimensión ideológica. Su metodología, es dialógica y transformativa, el ideal regulativo de estas metodologías es la emancipación, además de manejar una concepción evolutiva que podemos llamar progreso. Promueve las metodologías participativas. Introduce en la investigación educativa la historia, la axiología y la ética. La producción de conocimiento es la producción de valores.

 

Bibliografía

 

Apple, M. (1986). Ideología y currículo. Ediciones AKAL, Madrid

 

Apple, M. (1997). Teoría Crítica y Educación. Argentina: Miño y Dávila Editores.

 

Ayuste, A., Flecha, R., López, F.,y Lleras, J. (1994). Planteamientos de la pedagogía crítica: Comunicar y transformar, Graó, Barcelona

 

Carr, W. (1990): Hacia una ciencia crítica de la educación. Barcelona. Laertes.

 

Carr, W. (1996): Una teoría para la educación. Madrid. Morata.

 

Carr W y Kemmis S. (1988). Teoría crítica de la enseñanza. España: Martínez Roca

 

Giroux, H. A. (1990). Los profesores como intelectuales. Hacia una pedagogía crítica del aprendizaje, Paidós, Barcelona

 

Habermas, J. (1984). Ciencia y técnica como ideología. Madrid: Tecnos.

 

McLaren, P. (1995). Pedagogía crítica y cultura depredadora: Políticas de oposición en la era postmoderna, Paidós, Barcelona.

 

Schwab J. (1969). Un Enfoque Práctico como lenguaje para el Curriculum. Madrid: Akal.

 


jueves, 3 de julio de 2025

MATRIZ FODA O SWOT

Una matriz FODA, también conocida como matriz DAFO o SWOT (por sus siglas en inglés: Strengths, Weaknesses, Opportunities, Threats), es una herramienta de análisis estratégico que se utiliza para evaluar la situación actual de una organización, proyecto, persona o, una investigación.

Su objetivo es identificar los factores internos y externos que pueden influir en el éxito o fracaso de lo que se está analizando. En el contexto de una investigación, la matriz FODA te permite tener una visión clara y estructurada de los elementos que pueden potenciarla o, por el contrario, presentar obstáculos. Se divide en cuatro cuadrantes:

 1. Fortalezas (Strengths - Internas y Positivas)

Son todos aquellos aspectos internos de tu investigación que representan una ventaja o un punto fuerte. Piensa en qué haces bien, qué recursos tienes disponibles o qué características te distinguen positivamente.

 Ejemplos en una investigación:

Experiencia previa del equipo investigador en el tema.

Acceso a fuentes de información exclusivas o bases de datos especializadas.

Metodología de investigación robusta y bien definida.

Disponibilidad de equipos o software avanzado.

Colaboración con instituciones o expertos reconocidos.

Financiación asegurada para el proyecto.

 2. Oportunidades (Opportunities - Externas y Positivas)

 Son factores externos a tu investigación que, si se aprovechan, pueden favorecer su desarrollo y éxito. No dependen directamente de ti, pero puedes beneficiarte de ellos.

 Ejemplos en una investigación:

Nuevas líneas de financiación o becas disponibles para tu área.

Interés creciente de la comunidad científica o del público en el tema.

Tecnologías emergentes que pueden mejorar la recolección o análisis de datos.

Publicaciones recientes que abren nuevas vías de investigación.

Necesidad social o de mercado no cubierta que tu investigación podría abordar.

Conferencias o congresos relevantes donde puedes presentar tus avances.

 3. Debilidades (Weaknesses - Internas y Negativas)

 Son aspectos internos de tu investigación que te limitan o te colocan en una posición de desventaja. Son áreas donde necesitas mejorar o que podrían dificultar el progreso.

Ejemplos en una investigación:

Falta de experiencia del equipo en alguna técnica específica.

Recursos económicos limitados o insuficientes.

Acceso restringido a ciertos datos o poblaciones de estudio.

Metodología con posibles sesgos o limitaciones.

Plazos de ejecución muy ajustados.

Falta de personal cualificado para ciertas tareas.

 4. Amenazas (Threats - Externas y Negativas)

Son factores externos a tu investigación que podrían afectarla negativamente o poner en riesgo su éxito. Al igual que las oportunidades, no están bajo tu control directo, pero debes considerarlas para mitigar su impacto.

Ejemplos en una investigación:

Cambios en las políticas de financiación o en las prioridades de investigación.

Aparición de investigaciones similares o competidoras.

Dificultades para obtener permisos éticos o de acceso a la información.

Inestabilidad económica o política que afecte la disponibilidad de recursos.

Desastres naturales o eventos inesperados que impidan la recolección de datos.

Cambios en la legislación que afecten el objeto de estudio.

Aspectos a conseguir al aplicar una matriz FODA en una investigación

Al realizar este análisis, buscas lograr varios objetivos clave que te ayudarán a fortalecer tu investigación:

 1. Identificación de la situación actual

Obtener una fotografía clara y objetiva de dónde se encuentra tu investigación en este momento, tanto en sus aspectos positivos como negativos, internos y externos.

 2. Toma de decisiones estratégicas

Con base en el análisis, podrás formular estrategias más efectivas. Esto implica:

Potenciar fortalezas:

¿Cómo puedes usar lo que haces bien para maximizar el impacto de tu investigación?

Aprovechar oportunidades:

¿Cómo puedes capitalizar los factores externos favorables para impulsar tu proyecto?

Corregir debilidades:

¿Qué acciones puedes tomar para mitigar o eliminar tus puntos débiles internos?

Afrontar amenazas:

¿Cómo puedes prepararte o desarrollar planes de contingencia para minimizar el impacto de los riesgos externos?

 3. Desarrollo de un plan de acción

La matriz FODA no es solo un diagnóstico, sino una base para la acción. Te permite definir pasos concretos para mejorar, aprovechar y mitigar. Por ejemplo:

Si una debilidad es la falta de experiencia en una técnica, la acción podría ser capacitar al equipo o buscar una colaboración.

Si una oportunidad es una nueva beca, la acción es preparar una propuesta.

4. Mejora de la planificación y gestión de riesgos

Al visualizar las amenazas, puedes anticiparte a posibles problemas y desarrollar estrategias para evitarlos o reducir su impacto.

 5. Comunicación efectiva

La matriz FODA es una herramienta visual y concisa que facilita la comunicación de la situación de la investigación a otros miembros del equipo, colaboradores o financiadores.

 6. Mayor objetividad

Te obliga a mirar tu investigación desde diferentes ángulos, fomentando una visión más objetiva y menos sesgada de su potencial y sus desafíos.

La matriz FODA en una investigación es una brújula que te ayuda a navegar el camino, identificando tanto los vientos a favor como las posibles tormentas, para que puedas ajustar tus velas y llegar a buen puerto con tu proyecto.

jueves, 19 de junio de 2025

INTERROGANTES Y OBJETIVOS DE INVESTIGACIÓN

     

Voy a profundizar un poco sobre qué son las interrogantes y los objetivos de investigación, y cómo diseñarlos correctamente en un trabajo de investigación, desde una perspectiva de máxima de experiencia, que en el transcurso de mi vida académica me ha ayuda...


¿Qué son las interrogantes de investigación?

Las interrogantes de investigación son preguntas que planteas para guiar tu estudio. Representan el problema o la duda central que quieres resolver con tu investigación. Estas preguntas deben ser claras, específicas y factibles de responder mediante el análisis y la recolección de datos.

Características importantes:

- Claridad: La pregunta debe estar formulada de manera que no haya ambigüedad.

- Relevancia: Debe tratar un tema importante o necesario para la disciplina.

- Viabilidad: La pregunta debe poder responderse con los recursos y tiempo disponibles.

- Especificidad: Evita preguntas demasiado generales.

 

¿Cómo diseñar buenas interrogantes?

 1. Identifica el problema central: Piensa en qué aspecto quieres investigar.

2. Haz preguntas abiertas: Que inviten a explorar y analizar, no solo respuestas “sí” o “no”.

3. Relaciona con el contexto: Asegúrate que las preguntas se ajusten al entorno o empresa que estudias.

4. Divide el problema en partes: Si es muy amplio, formula varias preguntas específicas.


Ejemplo paso a paso

Problema: Baja productividad en una empresa debido a la falta de motivación.

- Pregunta general: 

¿Cómo afecta la motivación laboral a la productividad?

 - Preguntas específicas:  

- ¿Qué factores motivacionales influyen más en los empleados?  

- ¿Qué relación existe entre incentivos económicos y desempeño?  

- ¿Cómo perciben los empleados las políticas de motivación actuales?

 

¿Qué son los objetivos de investigación?

 Los objetivos son las metas concretas que buscas alcanzar con tu estudio. Mientras las interrogantes preguntan ¿qué queremos saber?, los objetivos dicen ¿qué queremos lograr?.

Se dividen en:

 - Objetivo general: Resume el propósito principal del estudio.

- Objetivos específicos: Desglosan el objetivo general en metas pequeñas y manejables para facilitar su cumplimiento.

 

¿Cómo diseñar buenos objetivos? 

 1. Sé claro y preciso: Usa verbos en infinitivo (analizar, evaluar, identificar).

2. Que sean alcanzables: Considera tus recursos y tiempo.

3. Relacionados directamente con las interrogantes: Cada objetivo específico debe responder una pregunta.

4. Medibles: Para después poder evaluar si se cumplió cada objetivo.

 

Ejemplos prácticos para Administración

Objetivo general:  

- Evaluar el impacto de la motivación laboral sobre la productividad en la empresa X.

 

Objetivos específicos:  

- Identificar los factores motivacionales presentes en la empresa X.  

- Analizar la relación entre incentivos económicos y desempeño laboral.  

- Proponer estrategias para el mejoramiento de la motivación y productividad.

Para finalizar, es de mencionar que, en la esencia de toda investigación rigurosa, especialmente en el campo de la administración, residen dos componentes interconectados y fundamentales: las interrogantes de investigación y los objetivos del estudio. Como hemos explorado, las interrogantes son el faro que guía nuestro camino, formulando con claridad, relevancia, viabilidad y especificidad el problema o la duda central que deseamos desentrañar. Son el punto de partida que nos impulsa a buscar respuestas, invitándonos a explorar más allá de lo obvio mediante preguntas abiertas y contextualmente relevantes.

Por otro lado, los objetivos de investigación son las metas tangibles que nos proponemos alcanzar. Mientras las interrogantes delinean lo que queremos saber, los objetivos, expresados con verbos en infinitivo, precisión, alcanzabilidad y la posibilidad de ser medidos, nos indican lo que concretamente deseamos lograr. La distinción entre un objetivo general, que encapsula el propósito primordial, y los objetivos específicos, que desglosan esta meta en pasos manejables, es crucial para estructurar una investigación coherente y factible.

La correcta formulación de ambos elementos no es meramente una formalidad metodológica; es la brújula que asegura la dirección, el enfoque y la relevancia de todo el proceso investigativo. En administración, donde las soluciones deben ser prácticas y los resultados medibles, un diseño impecable de interrogantes y objetivos garantiza que el estudio no solo aporte conocimiento, sino que también genere un impacto significativo y útil en la resolución de problemas empresariales y organizacionales. Al dominar esta habilidad, los investigadores fortalecen la validez y el valor de sus hallazgos, sentando las bases para contribuciones significativas a la disciplina.


lunes, 16 de junio de 2025

IAP: Un enfoque decolonial

La Investigación Acción Participativa y la educación desde un enfoque decolonial

 

La investigación acción participativa (IAP) se ha consolidado como una metodología crucial en el ámbito educativo, no solo por su capacidad para generar conocimiento, sino por su potencial transformador. Sin embargo, para que su impacto sea verdaderamente liberador, es imperativo analizarla desde un enfoque decolonial. Esto implica cuestionar las estructuras de poder inherentes a los modelos educativos tradicionales y reconocer cómo estos han perpetuado lógicas coloniales de saber y ser. La IAP, en su esencia, busca democratizar el conocimiento y empoderar a las comunidades, lo que la convierte en una herramienta fundamental para descolonizar la educación.

Desde una perspectiva decolonial, la IAP no es simplemente un método para investigar problemas educativos; es una praxis que desafía la hegemonía epistemológica del Norte global. Históricamente, los sistemas educativos en América Latina han importado y replicado modelos pedagógicos eurocéntricos, ignorando o desvalorizando los saberes locales, las cosmovisiones indígenas y las experiencias afrodescendientes. Este proceso de "colonización pedagógica" ha invisibilizado otras formas de conocimiento y ha contribuido a la desvalorización de las identidades culturales propias. La IAP, al promover la participación activa de los actores educativos (estudiantes, docentes, familias, comunidad) en todas las fases del proceso investigativo, permite la emergencia de estas voces silenciadas y la revalorización de sus conocimientos.

Un enfoque decolonial en la IAP implica reconocer que el conocimiento no es neutro ni universal, sino que está situado y es producto de relaciones de poder. Esto significa que la investigación no debe ser un ejercicio de extracción de información por parte de expertos externos, sino un proceso colaborativo donde el conocimiento se construye colectivamente. Se trata de desaprender la idea de que existe una única forma válida de conocer y de abrir espacio a epistemologías otras, como los saberes ancestrales, las narrativas orales y las prácticas comunitarias. En la educación, esto se traduce en currículos más pertinentes culturalmente, pedagogías que valoren la diversidad y una mayor autonomía de las comunidades para definir sus propios horizontes educativos.

Además, la IAP decolonial implica una reflexión crítica sobre el lenguaje y los conceptos utilizados en la investigación educativa. Muchas categorías analíticas provienen de marcos teóricos eurocéntricos que pueden no ser adecuados para comprender las realidades locales. Por ejemplo, conceptos como "desarrollo", "progreso" o "calidad educativa" a menudo cargan con connotaciones coloniales que perpetúan la idea de que hay un único camino a seguir, dictado por los países hegemónicos. La IAP decolonial busca deconstruir estos conceptos y generar categorías propias, que emerjan de las experiencias y perspectivas de las comunidades. Es un llamado a "pensar desde los márgenes", a invertir la dirección del flujo del conocimiento y a reconocer la riqueza de las particularidades locales.

También, la IAP, entendida desde una perspectiva decolonial, se convierte en un motor de transformación social. No se limita a producir informes o publicaciones, sino que busca generar cambios concretos en las realidades educativas. Al empoderar a las comunidades para que identifiquen sus propios problemas, propongan soluciones y las implementen, la IAP contribuye a la construcción de una educación más justa, equitativa y liberadora. Es una apuesta por la autodeterminación epistémica, por la re-existencia de saberes y culturas que han sido marginados, y por la construcción de futuros educativos que respondan a las necesidades y aspiraciones de los pueblos. Para finalizar, la IAP decolonial en la educación es un camino hacia la emancipación, donde el acto de investigar se convierte en un acto de resistencia y creación de mundos posibles...

Dr. Alejandro Rojas


viernes, 22 de marzo de 2024

PROYECTO SOCIO INTEGRADOR (FASE V)


FASE V

 

REFLEXIONES FINALES Y SUGERENCIAS

 

Reflexiones finales de un PSI son aquellas donde el autor trata de sintetizar todo lo expuesto a lo largo de la investigación, de modo tal que resulten destacados los aspectos más importantes del desarrollo. Tiene por objeto permitir una apreciación global de los resultados del trabajo. Por lo tanto, es un corolario de lo ya dicho y no ocasión para introducir elementos nuevos, ya que sólo debe resumir lo previamente expuesto. Es verdad que en unas reflexiones pueden aparecer ideas “nuevas”, pero la novedad de las mismas sólo habrá de ser la que puede desprenderse de la síntesis, no la que surge de la consideración de elementos de juicio que no se habían considerado anteriormente.

En este punto el investigador debe retomar el problema tratado y relacionarlo con los aportes obtenidos a través de cada fase de la investigación, sintetizar los resultados y resaltar los aspectos más importantes, evidenciar el logro de los objetivos y la resolución de las interrogantes de la investigación, plantear las deducciones correspondientes y generalizar los resultados. En los planteamientos se debe percibir claramente la posición y disposición del investigador para analizar, relacionar, sintetizar y proyectar.

Reflexiones finales no son un sumario divagado del PSI. Son afirmaciones cortas y concisas de las inferencias que se obtuvieron durante el desarrollo del mismo. Es útil organizarlas como párrafos numerados, ordenados de la más a la menos importante. Todas las conclusiones deben estar directamente relacionadas con la temática de la investigación.

En este se debe resumir el contenido y el propósito de la investigación partiendo de los objetivos planteados.

Las sugerencias son de una naturaleza bastante diferente, pues ellas suponen que es posible extraer líneas prácticas de conducta sobre la base del desarrollo analítico que se haya hecho previamente. Para poder establecerlas es preciso que los conocimientos obtenidos en la investigación sean examinados a la luz de ciertas metas o valores que posee el autor, y que son necesariamente subjetivos. Son por lo tanto siempre relativas al punto de vista adoptado y a los fines que se persiguen en relación al problema tratado. Teniendo en cuenta lo anterior, resultan muy importantes en el caso de investigaciones aplicadas pues en ellas los conocimientos obtenidos se encaminan a la solución de problemas prácticos a los cuales responde el autor. “Sin algún tipo de recomendación la indagación resultaría de algún modo incompleta, pues no estaría en condiciones de satisfacer las preocupaciones iniciales de las que ha surgido”. (Sabino, 2002, p.67).

Las sugerencias se incluyen para que otros investigadores que continúen por esta línea tengan el beneficio de las ideas que se generaron cuando se estaba trabajando en el proyecto. Debe apreciarse la relación con la justificación de la investigación presentada en el primer capítulo. Nuevamente, se sugieren los párrafos enumerados.

Hay que tener en cuenta, de todas maneras, que las sugerencias no pueden hacerse totalmente en abstracto. Si se entiende que las mismas implican una acción, o un posible curso de acción, se comprenderá que deben ser elaboradas teniendo en cuenta a quiénes van dirigidas, quiénes son las personas, empresas o instituciones que pueden estar interesadas en conocerlas y eventualmente en aplicarlas.

Estas sugerencias proponen alternativas para el logro de situaciones favorables e ideales, desde la óptica del tema abordado en el trabajo de investigación)

REFERENCIAS


Aulaneo, (2000). Elaboración del Plan de Trabajo. Documento en Línea. Disponible en: https://aulaneo.wordpress.com/oi/elaboracion-del-plan-de-trabajo/

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Diez Tetamanti, J; Escudero, H; Carballeda, A; Barberena, M; Hallak, Z; Rocha, E; Massera, C; Vázquez, A; Barceló, M; Coñuecar, V; Gómez, P; Gómez, D; Feü, C; Martínez, N. y Romero, N. (2012). Investigación e intervención desde las ciencias sociales, métodos y experiencias de aplicación. (1a ed.). Comodoro Rivadavia: Universitaria de la Patagonia. Argentina. 

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Sabino, C. (2002). El Proceso de Investigación. Caracas. Episteme. 







PROYECTO SOCIO INTEGRADOR (FASE IV)

 

FASE IV

 

EVALUACIÓN

 

En esta fase se evalúa y se reflexiona de manera cualitativa la estrategia implementada tomando en consideración de manera holística los aspectos de la ejecución del proyecto, destacando los logros y las dificultades encontradas, de manera cronológica a como se planifico de la estrategia.

Es la fase de describen las estrategia planificada para la comunidad u organización, es decir qué y cómo se comienza realizar todas las actividades planificadas previamente. En esta fase requiere de gran rigurosidad en el seguimiento de los planes de trabajo, así como de los logros, con respecto a las metas definidas, lo cual implica una coordinación entre los investigadores y la comunidad para el logro exitoso de los objetivos planteados.

Cabe destacar que en esta etapa se pueden realizan ajustes y correcciones a lo planificado de acuerdo a las necesidades y requerimientos que surjan y que puedan afectar el fin del proyecto socio integrador.

Cuadro del Plan de Acción (Ejemplo)

Actividad

Lugar

Recursos

Responsable

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

            Elaboración propia del o los autor (es), (2023).