La Investigación Acción
Participativa y la educación desde un enfoque decolonial
La investigación acción participativa (IAP) se ha consolidado como
una metodología crucial en el ámbito educativo, no solo por su capacidad para
generar conocimiento, sino por su potencial transformador. Sin embargo, para
que su impacto sea verdaderamente liberador, es imperativo analizarla desde un
enfoque decolonial. Esto implica cuestionar las estructuras de poder inherentes
a los modelos educativos tradicionales y reconocer cómo estos han perpetuado
lógicas coloniales de saber y ser. La IAP, en su esencia, busca democratizar el
conocimiento y empoderar a las comunidades, lo que la convierte en una
herramienta fundamental para descolonizar la educación.
Desde una perspectiva decolonial, la IAP no es simplemente
un método para investigar problemas educativos; es una praxis que desafía la
hegemonía epistemológica del Norte global. Históricamente, los sistemas
educativos en América Latina han importado y replicado modelos pedagógicos
eurocéntricos, ignorando o desvalorizando los saberes locales, las
cosmovisiones indígenas y las experiencias afrodescendientes. Este proceso de
"colonización pedagógica" ha invisibilizado otras formas de
conocimiento y ha contribuido a la desvalorización de las identidades
culturales propias. La IAP, al promover la participación activa de los actores
educativos (estudiantes, docentes, familias, comunidad) en todas las fases del
proceso investigativo, permite la emergencia de estas voces silenciadas y la
revalorización de sus conocimientos.
Un enfoque decolonial en la IAP implica reconocer que el
conocimiento no es neutro ni universal, sino que está situado y es producto de
relaciones de poder. Esto significa que la investigación no debe ser un
ejercicio de extracción de información por parte de expertos externos, sino un
proceso colaborativo donde el conocimiento se construye colectivamente. Se
trata de desaprender la idea de que existe una única forma válida de conocer y
de abrir espacio a epistemologías otras, como los saberes ancestrales, las
narrativas orales y las prácticas comunitarias. En la educación, esto se
traduce en currículos más pertinentes culturalmente, pedagogías que valoren la
diversidad y una mayor autonomía de las comunidades para definir sus propios
horizontes educativos.
Además, la IAP decolonial implica una reflexión crítica sobre el
lenguaje y los conceptos utilizados en la investigación educativa. Muchas
categorías analíticas provienen de marcos teóricos eurocéntricos que pueden no
ser adecuados para comprender las realidades locales. Por ejemplo, conceptos
como "desarrollo", "progreso" o "calidad
educativa" a menudo cargan con connotaciones coloniales que perpetúan la
idea de que hay un único camino a seguir, dictado por los países hegemónicos.
La IAP decolonial busca deconstruir estos conceptos y generar categorías
propias, que emerjan de las experiencias y perspectivas de las comunidades. Es
un llamado a "pensar desde los márgenes", a invertir la dirección del
flujo del conocimiento y a reconocer la riqueza de las particularidades locales.
También, la IAP, entendida desde una perspectiva decolonial, se
convierte en un motor de transformación social. No se limita a producir
informes o publicaciones, sino que busca generar cambios concretos en las
realidades educativas. Al empoderar a las comunidades para que identifiquen sus
propios problemas, propongan soluciones y las implementen, la IAP contribuye a
la construcción de una educación más justa, equitativa y liberadora. Es una
apuesta por la autodeterminación epistémica, por la re-existencia de saberes y
culturas que han sido marginados, y por la construcción de futuros educativos
que respondan a las necesidades y aspiraciones de los pueblos. Para finalizar,
la IAP decolonial en la educación es un camino hacia la emancipación, donde el
acto de investigar se convierte en un acto de resistencia y creación de mundos
posibles...
Dr. Alejandro Rojas
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